- ECOAROMAS ya ha realizado su primer corte de lavanda y salvia este año, y quiere superar en el futuro la plantación con nuevas variedades.
De los molinos de viento a las plantas aromáticas: Juan Pizarro, fiel a su carácter innovador, mantiene en pleno funcionamiento la principal empresa de fabricación, venta y mantenimiento de molinos de viento de España, ALTAGRI, ubicada en Ribera del Fresno.
Hace pocos meses Juan ha regresado de Canarias, donde han restaurado más de 40 molinos de viento, muy útiles para la extracción y bombeo de agua como se viene haciendo desde hace siglos,
Sin embargo, en el último año ha emprendido una nueva aventura empresarial: ECOAROMAS, un proyecto para la producción y elaboración de aceites aromáticos destilados.
“Todo comenzó en uno de los viajes que hicimos con nuestra empresa de molinos de viento a Cuenca con un cliente de allí. Vimos el potencial de las plantaciones de hierbas aromáticas que allí y en la provincia de Guadalajara, son muy comunes y decidimos dar el paso con una primera hectárea de lavanda y salvia, que cosechamos a mediados de julio. Necesitábamos tierra, sol y agua y tenemos las tres cosas claves para el cultivo de aromáticas. Este año 2018 queremos plantar otras cuatro hectáreas y en el futuro ampliar hasta 20 o 25 hectáreas, “con mas variedades de plantas”. La plantación de las plantas puede hacerse mediante esquejes o semillas y resulta cara porque hay que recurrir a viveros de fuera de Extremadura e incluso del extranjero.
“En Extremadura tenemos el hándicap que este tipo de cultivo, pese a su gran potencial y resultar alternativos, no cuenta con ningún tipo de ayuda como sí ocurre en otras comunidades cercanas como Andalucía o Castilla- La Mancha. Una hectárea puede suponer una primera inversión de unos 8 mil euros. Estamos probando con diferentes plantas y dentro de ellas con muchas variedades que existen, desde Ucrania, Croacia o Francia para ver como se adaptan a las condiciones de fuerte calor de Extremadura, y también al frío. Hay que probar mucho, pero es un sector apasionante”.
El cultivo de las plantas aromáticas, dependiendo de las variedades, puede llegar a durar entre 10 y 12 años. La salida natural de la producción de estos aceites esenciales de plantas aromáticas está especialmente en los laboratorios de perfumería, sobre todo en Francia. “Quien quiera entrar en este mercado debe tener antes contactos para saber donde va a poder vender su producción”.
Además de aumentar la extensión y producción de las plantas aromáticas, el gran objetivo de Juan Pizarro es tener su propia destilería industrial para elaborar en Ribera del Fresno sus propios aceites de plantas aromáticas. Y lanzar su propia línea de envases con la marca ECOAROMAS , todo con certificación ecológica que está tramitando actualmente.
“Es un proyecto importante de unos 100 mil euros de inversión, pero que nos permitiría cerrar todo el círculo, desde la producción, a la transformación, envasado y comercialización directa. Los venderíamos en frasquitos pequeños para el cliente particular, y también en envases grandes de 50 y 200 litros al por mayor. Como me gusta decir “está todo inventado pero no explotado”, y en Extremadura nos falta muchas veces cerrar el círculo.” (Caudal de Extremadura)