Se prevé que las obras de construcción comiencen a finales de año y que esté operativo en 2021
El presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, se ha reunido hoy martes, en la sede de Presidencia, en Mérida, con el grupo de empresarios promotores del macromatadero que se construirá en Zafra, integrantes del Consejo de Administración del Complejo del Ibérico de Extremadura (CIBEX). También ha asistido el alcalde de Zafra, José Carlos Conteras.
Según ha anunciado el presidente, se prevé que las obras de construcción se inicien antes de que finalice este año, en 50 hectáreas de terreno, y que esté operativo en 2021. Este matadero aportará al sector de la agricultura y la ganadería un “enorme valor añadido”, ha afirmado el presidente, quien se ha mostrado agradecido a estos empresarios, “en nombre de las personas que encontrarán en vuestra empresa un puesto de trabajo para desarrollar su proyecto de vida”.
“Como todas las cosas grandes e importantes, fácil no ha sido”, ha reconocido Fernández Vara, para quien se culmina una “vieja aspiración” y supone, a su juicio, una “buena noticia para la región”, de “alegría colectiva”. A su vez, ha destacado todo el trabajo “riguroso” llevado a cabo, de forma que fuese un proyecto viable, con un buen plan de negocio.
Enrique Espárrago, representante de este grupo empresarial, ha asegurado que este grupo implica la unión de siete empresas, seis de ellas están en la región: Señorío, Cooperativa Ibercom, Estirpe Negra, Grupo Villar, Montesano y Campofrío.
La inversión oscilará entre los 16 y 18 millones de euros, en esta primera fase, y se estima que se puedan crear en torno a 100 puestos de trabajo, una vez que el proyecto ya esté en marcha, según ha detallado Enrique Espárrago.
Este nuevo matadero en Zafra supone, para Enrique Espárrago, un “punto de no retorno”, pues servirá para que el sector del ibérico extremeño pueda competir mejor en mercados globales. Así, gran parte de los cerdos que ahora se sacrifican fuera, podrán hacerlo en esta instalación, lo que implicará un ahorro de costos y una mejora de la calidad animal.
Otra ventaja del matadero radica en que todas las empresas que quieran matar y despiezar van a tener sus productos homologados, de cara a exportarlos en mercados exteriores, y que ahora no pueden acceder a ellos, ha concluido Enrique Espárrago.