Treinta empresas concurren para ejecutar los 19 lotes en los que se ha dividido la provincia, que verá con luces más modernas en medio año 

Los pueblos verán mejor. Al menos, verán con una luz más moderna, menos contaminante y más barata. Será a mediados del próximo año, cuando la Diputación haya cambiado las luces de las farolas a ledes en 145 pueblos. Son localidades de menos de 20.000 habitantes y ocho entidades menores. Por la cantidad de poblaciones que son y por el importe del proyecto, 13 millones de euros, la institución lo ha dividido en 19 lotes.

El concurso para su adjudicación está ya en marcha, se han presentado 30 empresas. De estas, una ha sido excluida, 26 han sido admitidas y tres tienen que subsanar documentación.

Los licitadores pueden presentar ofertas a todos los lotes, pero solo pueden resultar adjudicatarias a un máximo de tres. De esta forma se busca repartir el trabajo y el dinero. La Diputación asume el proyecto con financiación propia, pero ha solicitado ya fondos europeos.

Se trata del proyecto ‘Smart Energía Alumbrado Inteligente’ y es susceptible de tener financiación de los fondos Feder de crecimiento sostenible 2014-2020 del Idae. La institución ya ha presentado el proyecto y está pendiente de que se lo concedan. De todas formas, destina 6,3 millones de euros en los presupuestos de este año y otros 6,8 en las cuentas del próximo ejercicio.

El concurso lleva unos meses en marcha, pero una empresa presentó un recurso en materia de contratación y pidió la suspensión del procedimiento. Esta medida se acordó y se levantó el pasado día 24. El concurso sigue en marcha una vez que el tribunal de recursos administrativos ha desestimado íntegramente las alegaciones de una empresa. El proyecto tiene un plazo de ejecución de cinco meses, por lo que se espera que los pueblos tengan la nueva iluminación a mediados del próximo año.

Telegestión

El contrato es muy extenso. La Diputación cambia las luminarias tradicionales (vapor de sodio o de mercurio) por ledes, dota de un sistema de telegestión y la preinstalación para poder regular cada farola de manera independiente. Esto permitiría, por ejemplo, que las luces cerca de los cruces sean más intensas que las que se ubican bajo viviendas a partir de una determinada hora de la noche. La telegestión de cabecera permitirá el control de todas las farolas de la localidad de manera telemática dentro de unos meses. Este sistema facilitará el mantenimiento.

Todo estos trabajos corren por cuenta de la institución provincial. Los ayuntamientos tendrán que encargarse de las actuaciones sobre las lineas eléctricas ya existentes en el caso de que sean necesarias.

La Diputación encargó asesorías energéticas de todas las localidades y estas se incluyen en el contrato. Ahí está desgranado prácticamente todo por calles en cada localidad. Tanto el tipo de farol como las unidades necesarias en cada vía.

Con este proyecto, la Diputación extiende a los pueblos pequeños una mejora que han hecho las grandes ciudades, como Cáceres o Badajoz. El Ayuntamiento de la capital pacense cambió este verano las luces de 22.000 farolas de la ciudad por ledes usando financiación europea.

La modernización del alumbrado se hace porque las ledes reducen el resplandor luminoso y, por tanto, la contaminación lumínica. Además, es menos contaminante con el medio ambiente y es más barato, dado que consumen menos que las luces tradicionales. El contrato apunta a un ahorro del 60%.

En el caso de la ciudad de Badajoz se ha calculado un ahorro anual de 800.000 euros en la factura de la luz. De ahí la importancia de esta operación en los pueblos, que verán reducida su factura de una manera importante cuando ya estén funcionando.

La Diputación introduce una nueva explicación al recoger que ayuda a mejorar la calidad del cielo nocturno. La institución provincial apunta a que existen «numerosas localizaciones con gran potencial de observación astronómica, por lo que el alumbrado ha de ser adecuado y optimizado».

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