El torero, que fue alumno de la Escuela Taurina de la Diputación de Badajoz, entregó los diplomas a los más de 40 participantes
El matador de toros José Garrido fue el encargado de clausurar el II Campus Taurino organizado por la Escuela Taurina de la Diputación de Badajoz. El diestro pacense, que fue alumno de la Escuela Taurina hasta su debut con picadores en la plaza de toros de Olivenza, compartió la mañana del pasado sábado con los participantes, les hizo entrega de sus diplomas y respondió a todas las preguntas que le hicieron los más de 40 niños y niñas. En el acto estuvo presente el coordinador de Tauromaquia, Pedro Ledesma, encargado de dar la bienvenida tanto a los pequeños como a sus padres y madres, que les acompañaban en la clausura.
Los niños y niñas se interesaron por la preparación física que lleva el torero o por cómo es su día a día. “La preparación física es muy importante para aguantar la lidia completa de un toro. Hay que estar en forma, cuidarse en las comidas, torear de salón a diario para corregir defectos, ir a tentaderos y al fin y al cabo torear, que es lo que deseamos todos, estar a gusto, cortar las orejas y salir a hombros”, expresó José Garrido, cuyo próximo compromiso es este sábado en la plaza de toros de Pamplona, durante las fiestas de San Fermín.
El torero, que señaló que uno de sus referentes siempre había sido Paco Camino, afirmó que su última puerta grande fue en Granada y que en Bilbao había obtenido importantes triunfos, al igual que con la ganadería de Fuente Ymbro, y recordó que en Nimes (Francia) indultó un astado de la ganadería de Jandilla, cuyas reses pastas en tierras de la provincia de Badajoz.
José Garrido también recordó su paso por la Escuela Taurina de la Diputación de Badajoz. “Me apunté con 12 años, estuve unos meses pero me quité. Volví a los 14 años y estuve hasta los 18, cuando debuté con picadores en Olivenza. Tengo buenos recuerdos de la Escuela, de los entrenamientos, los amigos, los tentaderos… Fue una gran época como torero”, matizó.
El diestro hizo entrega de los diplomas a los más de 40 participantes en esta segunda edición del Campus Taurino, les animó a seguir con su afición taurina y no dudó en firmar autógrafos y hacerse fotografías con todos ellos. Además, sorteó una muleta entre todos los participantes. La suerte hizo que fuese a parar a manos de João Maria Carrilho Manuelito. La jornada finalizó con una comida de convivencia entre todos los participantes.