Un lunes de Pascua, tras la resurrección del Jesús al que tanto amó y siguió, el Papa Francisco se ha marchado, tras haber impartido en un último gesto de pastor la bendición Urbi et orbi.
2013 fue el inicio de su papado, llegó al Vaticano como un aliento de vida nuevo, de esperanza, de sacudir alfombras, de mojar terciopelos y se ha ido haciendo lo que más le gustaba ser pastor con olor a oveja.

Ha protagonizado momentos estelares en el panorama eclesial de todo el mundo, ha resucitado el verdadero evangelio de Zappatillas, el de Jesucristo, el de el Jesús de los pobres y los afligidos. Ha callado bocas y levantado conciencias, nos ha dejado infinitud de escritos, mensajes, consejos, tareas y encíclicas.

Ha conseguido que la mujer empiece a tener un papel tras habérsele sido negado durante siglos en la Iglesia. Ha hecho visible una iglesia distinta: Sinodal, participativa, de encuentros y más abierta al mundo, a la vida y a vidas distintas.

Cuando todo su legado empiece a funcionar al 100% la Iglesia será diferente, como lo era Bergoglio, un Papa distinto para un mundo que le necesitaba.

Que descanse en paz FRANCISCUS