Las actividades se clausuraron con una jornada filosófica y un café literario
La Semana Cultural de Monesterio finalizó este pasado sábado con una gran participación ciudadana en las diferentes actividades que se propusieron a través de la Universidad Popular y que tenían como objetivo acercar actividades culturales diversas a la población.
El alcalde de Monesterio, Antonio Garrote, destacó la gran participación de la ciudadanía en estas actividades culturales que vienen a fortalecer el carácter de este municipio, de centro cultural de la comarca. Asimismo, afirmó que esta semana pretende dar cabida al mayor número de personas con unas actividades variadas y dirigidas a todos los grupos de edades.
Una de las actividades principales y que marcaron el final de esta Semana Cultural fue la Jornada Filosófica en la que se abordó el tema de la Felicidad Humana y en la que participaron integrantes de la Facultad de Filosofía de Sevilla: Fernando Gilabert Bello, doctorando en Filosofía; José Ordoñez García y José Garrido Periñán, doctores en Filosofía y Manuel Bayón Torres, licenciado en Filosofía.
Durante la jornada, cada uno de los conferenciantes explicó, según su visión y en consonancia con diversos filósofos, el concepto de felicidad en el ser humano, cómo se puede alcanzar o si permanece durante un largo periodo de tiempo. También se reflexionó sobre si la tecnología ayuda al ser humano a ser feliz.
Tras las disertaciones entre los conferenciantes y el público asistente, se concluyó que es necesario hacerse preguntas y conocerse a sí mismo, para poder llegar a alcanzar la felicidad en ciertos momentos de nuestra existencia.
Esta actividad se desarrolló, además, junto a una demostración de Pintura, realizada por Antonio Bautista Durán, vicedecano de la Facultad de Bellas Artes de Sevilla, y en un entorno particularmente dedicado a la cultura, con la exposición de pintura y escultura de la artista local María Nogues.
Otra de las actividades destacadas de esta Semana Cultural, que se desarrolló el pasado viernes, fue la obra de teatro “El Último Amor de Lorca”, y un Café Literario previo en el que el público pudo charlar con los actores sobre la representación y la persona de Lorca. Además, en el Café Literario se leyeron poemas del escritor y se analizó su obra en el contexto de la sociedad de los años 30 y comparándola con la situación actual.