Lola Ordóñez Llorens vive en Tarragona y ha sido una pieza familiar clave en la gestión para la identificación, la recogida y el traslado de los restos de Fructuoso Llorens Tolesano desde el municipio vizcaíno de Orduña hasta su pueblo natal Fuente del Maestre (Badajoz),donde reposa en paz desde ayer sábado 23 de Septiembre
Como la historiadora fontanesa Mercedes Almoril contó en el acto cívico previo a su reinhumación, celebrado en la Casa de la Cultura de la localidad; Fructuoso fue juzgado en Consejo de Guerra en 1939 en Mérida, y acusado de un presunto delito de Rebelión Militar, fue condenado a 30 años de reclusión mayor. Tras pasar por Mérida y Castuera, fue trasladado a Prisión Central de Orduña (Vizcaya), donde falleció en 1.941 y enterrado su cementerio. 84 años después su familia , especialmente su hija Juana de 94 años, “ha podido cerrar una etapa de duelo que ha durado demasiado tiempo, al fin se ha cerrado una herida abierta durante tantos años.”
Son palabras de Lola, la nieta de Fructuoso; la persona de la familia que desde que se supo que la primera de las 5 víctimas del franquismo exhumadas en Orduña era de Fuente del Maestre, ha estado colaborando con el Instituto “Gogora”, el Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos del gobierno vasco. Dos días antes del acto cívico en su memoria y la reinhumación, ofreció un generoso testimonio en Radio La Fuente.
Concha Llamazares: A Fructuoso se lo llevan cuando acaba la guerra dejando solas a su viuda Feliciana con sus 4 hijas, aún menores de edad. ¿ Y hasta este año la familia nunca tuvo algún indicio de su paradero ?.
Lola Ordóñez: Lo único que sabíamos era que había muerto en Orduña, pero lo supimos durante la etapa de Felipe González. Y en enero me llama una prima, María Jesús Llorens, muy emocionada y feliz diciéndome que habían encontrado al abuelo.
C.: hay que recordar que una delegación del gobierno vasco se desplazó en enero hasta Castuera, donde hubo un campo de concentración. Y lo hizo para rendir homenaje a los más de 2.000 extremeños que fueron llevados al campo de concentración de Orduña, y que fallecieron allí . Dijeron que se comprometían a identificar a las 71 personas que habían sido exhumadas en las campañas realizadas en el 2014 y en el 2022. Y el primero que fue identificado, ya que había un registro de defunción en el ayuntamiento de Orduña, fue tu abuelo.
L.: Así es … Mi prima se enteró porque un hombre que estuvo en ese acto llamado Antonio, “el de Bilbao” como le decía mi prima, se lo contó y le dio mi número de teléfono. Entonces yo le llamo, y él me da el contacto de Gogora , ese instituto vasco donde se pusieron muy contentos con mi llamada. Durante un tiempo, me han enviado mucha documentación, cosas terribles, hay un listado muy grande de extremeños que sufrieron y murieron allí, pero al ser mi abuelo el primero en sacar, querían identificarlo cuanto antes y traerlo a La Fuente.
C.: Antonio “el de Bilbao” es Antonio Gutiérrez, un extremeño emigrado allí, pero que es de la Morera (Badajoz), y está buscando a su abuelo, y ayudando a otras familias de represaliados del franquismo a encontrar a los suyos.
L.: Sí, es una persona maravillosa. Yo y mi familia sólo tenemos palabras de agradecimiento para él. Gracias a él, que llamó a mi familia de La Fuente, hemos podido identificar a mi abuelo para darle un entierro digno en su pueblo.
C.: Cuenta Mercedes Almoril que fue fue decisiva la prueba de ADN realizada a su única hija viva , Juana.
L.: Claro, yo les facilité los datos, le mandaron el kit de la prueba y no pasó un mes cuando me llaman desde Gogora para confirmar que era él… Me quedé como en shock, y me llamó mucho la atención que las personas que me llamaban, además de sentirse felices, me pedían perdón por tantos años de sufrimiento. ¿ Perdón?, vosotros no tenéis la culpa de lo que se hizo en el pasado, nadie de hoy en día tiene culpa de nada … Tampoco el ayuntamiento de Orduña, que también ha pedido perdón por el pasado…
C.: Y el pasado 29 de Julio, el gobierno vasco celebra en el Columbario de la Dignidad, junto al cementerio de Orduña, un acto en el que se entregan a las familias los restos de las 5 primeras víctimas identificadas, 4 por cierto de la provincia de Badajoz y una de Toledo. Y te toca a tí y a tu hermano Juan asistir a dicho acto , y recibir los restos de vuestro abuelo. ¿Cómo vivisteis ese momento?
L.: … No hay palabras para describir eso… Es un sentimiento muy fuerte, estás feliz pero al mismo tiempo tienes una tristeza muy grande. Me prometí no llorar, pero fue imposible, mi hermano era un mar de lágrimas..
C.: Y después te llevas al “abuelo” a tu casa en Tarragona …
L.: Me llevo a mi casa al abuelo en una cajita que que contenía unos huesecillos, la dentadura y tres botones de nácar, pero ¡ qué tesoro !. Y conmigo ha estado el abuelo cerca de 2 meses, en mi casa.
Durante este tiempo me he sentido acompañada por él, le he contado muchas cosas, incluso le pedía que se me apareciera en sueños para ver su cara, cómo era físicamente, porque no tenemos ni una sola foto de él. Eso sí (ja,ja,ja,), le decía que lo hiciera sin asustarme.
Y cuando llegó el momento de traérmelo, metí la cajita en el coche y le dije: abuelo, vamos a hacer el viaje de nuestras vidas. He hecho 1000 kilómetros para poner a mi abuelo en los brazos de su hija, sintiéndome muy bien acompañada por él, y por muchos familiares que ya no están aquí.
Ha sido un viaje también interior, me dio tiempo de ponerle al día de todo lo que había pasado en la familia.
C.: Pienso mucho en su mujer y esas 4 hijas solas, a merced de los golpistas …
L.: A mi abuela la humillaron todo lo que quiseron y más. Vivían con terror porque a su mujer iban a interrogarla, e intentaban entrar en la casa por la noche. Sé muy bien que Feliciana arropaba como una gallina a su hijas, y que se sentaban por las noches en sillas que apoyaban contra la puerta, haciendo como un frente para que no entraran a por ellas… Ella siempre les decía lo mismo , “no os durmáis”…. Imagina por qué… También debió ser muy doloroso el silencio de los vecinos, muertos de miedo claro. Y el vivir cerca de la persona que delató a mi abuelo.
C: Y cuando ya tu abuelo esté enterrado en paz …
L:: Le voy a echar de menos, pero es necesario cerrar esta etapa de duelo que ha durado demasiado tiempo, sanar una herida abierta durante tantos años. Siento que él ya va estar en paz y va a encontrarse con los suyos, se tienen que contar muchas cosas … Yo también sentiré paz, lo sé.
C.: Has sido pieza clave para cerrar este caso de tu familia, pero me comentabas que sigues colaborando con “Gogora”…
L.: Mira, sentí algo tan fuerte cuando me entregaron la caja, que encontré un sentido nuevo a mi vida. Me he comprometido con los del instituto vasco a ayudar a identificar y entregar a sus familias los restos de 10 extremeños de Tarragona, y quizás algún caso más. Y no voy a parar hasta conseguirlo. Me siento muy orgullosa de lo que he hecho, pero me apasiona seguir luchando por otras familias.
C.: Lola, ¿ qué les dirías a esas personas que hacer esto que tú has hecho es remover el pasado, o incitar al odio ?
L.: No hay odio, en mi corazón no hay odio. Es un acto de amor, de humanidad y nada más. Es necesario cerrar heridas abiertas, ciclos de duelo. El tiempo que tuve al abuelo en mi casa fue para mí una oportunidad de darle todo el cariño que no le pude dar en vida. Y siento que él me eligió a mí para hacer esto, él me ha ayudado a darle un nuevo sentido a mi vida.
Cabe recordar que el acto cívico realizado en la Casa de la Cultura fontanesa y la posterior reinhumación de Fructuoso Llorens ha sido organizado por ARMHEX (Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Extremadura), con la colaboración del ayuntamiento de Fuente del Maestre. También han colaborado: el PREMHEx (Proyecto para la Recuperación de la Memoria Histórica de Extremadura –Consejería de Cultura, Diputaciones de Badajoz y Cáceres, junto con la UEX), otras asociaciones para la Memoria de la región ,así como el Gogora (que se
está encargando de gestionar las pruebas de ADN), el Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos del Gobierno Vasco, que se ha encargado de todo el trabajo de exhumación e identificación de los restos de las víctimas, así como de su entrega a los familiares.