El Grupo de Pastoral Rural Misionera de La Archidiocesis de Mérida Badajoz ha emitido un comunicado a través de La Delegación de Medios del Arzobispado de Mérida-Badajoz para unirse al sentir de los agricultores y ganaderos de nuestra comunidad.
El Grupo ha redactado este comunicados público , por la situación en torno al sector de la agricultura y ganadería con “grave repercusión en nuestros pueblos” e invita “a hacer nuestra su preocupación” y “sus reivindicaciones justas”. Desde La Pastoral Rural Misionera afirman que “poner cada día más trabas a este sector agrícola y ganadero supone el descuido y abandono del medioambiente”, “la despoblación y el envejecimiento de nuestros pueblos, el empobrecimiento de nuestro mundo rural y dejar de lado nuestra cultura”.
Además, animan a las comunidades cristianas a tener presente esta realidad y situación en sus oraciones comunitarias, eucaristías, y demás celebraciones, en la oración de los fieles de sus celebraciones
Adjuntamos nota completa del grupo de Pastoral Rural Misionera de la Archidiócesis:
“Conscientes de lo que acontece estos días y estas semanas en nuestra sociedad en torno al sector de la agricultura y ganadería, con repercusión grave en nuestros pueblos y las personas que los habitan, creemos que sus justas reivindicaciones han de encontrar eco en nuestras comunidades
cristianas.
Venimos asistiendo al desmantelamiento de nuestros campos, especialmente de las pequeñas y medianas explotaciones agrícolas y ganaderas.
Desde el grupo de Pastoral Rural Misionera, a la luz del Evangelio, que nos enseña que el Reino acontece en lo pequeño de un grano de mostaza (cf. Mc 4, 30-32), acompañados por la Doctrina Social de la Iglesia, que nos llama con urgencia a cuidar la casa común (cf. LS 13), se nos invita a hacer nuestra la preocupación por la situación actual de los agricultores y sus reivindicaciones justas. Como nos enseña Laudato si´ la relación con la tierra, junto a la relación con Dios y con el prójimo, es constitutiva del ser
humano, y se encuentra rota. La tierra nos precede y nos ha sido dada. (LS 67) Nos ha sido dada para «labrar y cuidar» el jardín del mundo (cf. Gn 2,15).
Poner cada día más trabas a este sector agrícola y ganadero supone el descuido y abandono del medioambiente, pues un respetuoso y responsable cuidado de la tierra, como muchas veces ha sido el modo tradicional de ejercerlo, protege el entorno natural y previene catástrofes derivadas de su
abandono o explotación. Igualmente, estas trabas supondrían la despoblación y el envejecimiento de nuestros pueblos, el empobrecimiento de nuestro mundo rural y dejar de lado nuestra cultura, que nos ha hecho vivir pegados a la tierra y su cuidado.
Por eso, invitamos a las comunidades cristianas, grupos, movimientos y demás realidades eclesiales a hacer una profunda reflexión de este grave problema desde la fe. Especialmente os pedimos que en nuestras oraciones comunitarias, eucaristías, y demás celebraciones, en la oración de los fieles, introduzcamos esta petición:
“Estamos viviendo días de movilizaciones y reclamaciones en el
sector agropecuario en muchos países. Pedimos al Señor sabiduría
para discernir, desde la Doctrina Social de la Iglesia, opciones
políticas y económicas viables, que permitan un desarrollo
económico respetuoso con los productores y con la tierra, al
tiempo que combatimos la crisis climática. Roguemos al Señor”.”