Las comarcas de Campiña Sur, La Serena y Jarandilla se encuentran sumidas en inundaciones y graves daños a su infraestructura, lo que ha llevado a los agricultores a solicitar la declaración de zonas catastróficas. En medio de esta situación de incertidumbre, José Luis Quintana, delegado del Gobierno en Extremadura, ha propuesto varias medidas para mitigar los efectos de estas adversidades.
«El Ejecutivo central está preparado para intervenir», afirmó Quintana al abordar las peticiones de ayuda. Ya se ha comenzado la coordinación con los municipios afectados para recolectar datos que permitan evaluar los daños y establecer un plan de acción. No obstante, el delegado recordó que existen límites en las indemnizaciones: aquellas pérdidas que ya están cubiertas por seguros no podrán acceder a ayudas extraordinarias. En este sentido, los seguros agrarios, promovidos durante años como una herramienta esencial, se han convertido en un alivio para quienes los han contratado.
Las tormentas recientes han puesto en evidencia no solo la vulnerabilidad de las explotaciones agrícolas, sino también la importancia del trabajo de la Agencia Española de Meteorología (Aemet). En el marco del Día Meteorológico Mundial, Quintana destacó el valor de su sistema de alertas tempranas, fundamental ante el cambio climático, que está aumentando fenómenos extremos como lluvias torrenciales, sequías prolongadas y temperaturas inusuales.
Mientras las autoridades siguen evaluando los daños y preparando las respuestas correspondientes, Extremadura permanece marcada por el barro y la incertidumbre. No solo el agua ha inundado los campos, sino también la preocupación de los agricultores por proteger sus cosechas y tierras.