¿Hasta qué extremo se sacrifican los padres por los hijos? ¿Hasta dónde llegan en el cuidado y la devoción hacia ellos? El nuevo montaje teatral de la compañía extremeña El Desván, La cría, que estrena esta tarde en el Teatro Carolina Coronado de Almendralejo, se adentra por los terrenos del terror y el misterio para indagar en esas relaciones.
Domingo Cruz, fundador y productor de El Desván, dirige este montaje de una obra macabra escrita por el mexicano Carlos Talancón, que recibió en 2016 el premio a la Mejor Dramaturgia por la Agrupación de Críticos y Periodistas de Teatro (ACPT) de México. En aquel año, explica Domingo Cruz, leyó este extraordinario texto “como una oscura tragedia”, y la luz de su reciente paternidad lo ha redescubierto como “una divertidísima comedia negra”.
Protagonizada por un veterano actor da la escena española, Alfonso Delgado Munden, y por la extremeña Paca Velardiez, con Fernando Triviño completando el elenco, La cría cuenta con una trama inquietante, en la que un matrimonio tiene a un extraño ente, la cría, encerrado en la parte superior de la casa, y que se manifiesta al espectador a través de sonidos y señales. En un acto de fe extremo, para alimentarlo, la pareja comenzará a realizar un sacrificio extremo, poniendo en riesgo su propia integridad física.
Poco a poco, la obra se convierte en un ritual terrorífico, donde los padres mostrarán los extremos patológicos de su devoción por la cría. Inesperadamente aparece un especialista, quien, por razones ocultas, demanda a la criatura. La
pareja hará todo lo posible por mantenerla consigo.
“Entidad humana, sobrenatural o un monstruo que no es otra cosa que la materialización de nuestros miedos más íntimos, le tocará decidirlo al espectador”, señala el dramaturgo Carlos Talancón.
“Hay para quienes, naturalmente, -apunta- es un familiar, pero también puede ser una idea, un anhelo… aquello donde la fe se une con la desesperación, aquello que es a la vez nuestra esperanza y flagelo”.
Según la escritora y directora teatral mexicana Fernanda del Monte, La cría es un drama “que cumple el objetivo de mantenernos a la expectativa al crear la tensión necesaria ante lo que puede ocurrir, y nos va obligando a interpretaciones que van más allá del consabido sacrificio del que son capaces los padres por los hijos”.
La cría fue la obra de teatro que dio a conocer a Carlos Talancón como uno de los nuevos valores teatrales mexicanos. En su formación, participó en el taller de Estela Leñero, para quien la pieza del escritor “es una metáfora de la familia y el cuidado de los hijos y también una reflexión sobre la devoción humana. El autor plantea una situación límite donde sus personajes no son explicados, ni justificados, ni vistos con conmiseración”.
Dramaturgo, guionista y narrador, Talancón se licenció en teatro en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y logró una maestría en Creación Literaria en la Universidad Pompeu de Fabra de Barcelona.
Sus textos han sido presentados en diversos espacios nacionales, bajo dirección propia y de directores como Tivo Vasconcelos y Sebastián Sánchez Amunátegui, entre otros. Ha sido docente de artes escénicas en la UNAM desde el 2012 y becario en La Fundación para las letras mexicanas.
Una productora de larga andadura
El estreno de este montaje extremeño viene a subrayar el valor de la productora extremeña El Desván, fundada por Domingo Cruz en 2005. Actor, director y productor teatral, Cruz produjo y protagonizó en 2012 Bacantes con el músico inglés Matthew Herbert para el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida.
Desde 2009 ha dirigido 2050, El Pacto, Cartas de Amor, La cabeza del Bautista (Mejor dirección y premio del público en el Festival Nacional Vegas Bajas 2018) y El veneno del teatro para El Desván, además de Lo que queda de nosotros (Premio FETEN a mejor interpretación 2018) y Palabras encadenadas para la compañía Solomusica.
Desde 2014 comienza la colaboración con profesionales mexicanos como David Gaitán, Martín Acosta, Paloma Woolrich, Diana Sedano, Claudio Sodi o Mauricio García Lozano, lo que generará proyectos como Dios o no ser (2016), Lo que queda de nosotros (2017), El otro (2018) y Antígona (2020) para el Festival Internacional de Teatro Romano de Mérida, el Teatro Español y El Desván.