El pasado sábado 1 de marzo, Ribera del Fresno fue el escenario del “Día del Misionero Extremeño”, un evento que reunió a misioneros y grupos de animación misionera de toda la provincia eclesiástica, en el marco de los preparativos para la Jornada de Hispanoamérica.

La elección de Ribera del Fresno como sede del evento se debe a que es la localidad natal de San Juan Macías, un religioso dominico que ejerció su labor misionera en Perú. Este año se celebran los 50 años de su canonización, la cual fue reconocida tras el milagro del arroz, ocurrido en Olivenza, gracias a su intercesión.

La jornada comenzó con una oración en la Ermita del Cristo, seguida de un Vía Crucis en el Pocito, un lugar vinculado a la tradición que sostiene que allí el santo realizó un milagro. Tras la comida, los participantes disfrutaron de visitas guiadas al lugar jubilar de la Providencia y a la Capilla de San Juan Macías, antes de dar paso a la celebración de la eucaristía, presidida por Federico Gragera, Delegado de Cooperación Misionera de Mérida-Badajoz. Durante la homilía, se leyó un mensaje del Arzobispo, quien lamentó no poder asistir. En su intervención, Gragera agradeció el trabajo de los más de 4.000 misioneros en América y renovó el compromiso con la misión «Ad gentes», subrayando que una Iglesia que no es enviada y misionera no puede considerarse una verdadera Iglesia.

La imagen de San Juan Macías estuvo en un lugar prominente en el templo durante la celebración de la eucaristía, ya que estaba preparada para la procesión del domingo, que coincidió con el 440 aniversario del nacimiento de este santo.

En el transcurso del evento, se compartieron testimonios sobre la labor misionera realizada en Rodríguez de Mendoza, Perú, y se destacó que, al igual que San Juan Macías sembró historias de esperanza, hoy en día las misiones continúan generando pequeñas historias llenas de esperanza.