Una consecuencia imprevista de la crisis financiera fue que la banca empezó a cerrar oficinas en pueblos pequeños del mundo rural. La España vaciada no solo se quedaba sin gente, se quedaba sin liquidez. Ante este cambio, algunos ayuntamientos están tomando la medida más radical: pagar para que al menos haya un cajero automático en la población, para que los vecinos no se queden sin dinero en metálico. Es el caso del Ayuntamiento de Villaluenga del Rosario (Cádiz), que ha llegado a un acuerdo con la multinacional Cardtronics para que el pueblo pueda seguir disfrutando de efectivo.

El ayuntamiento recurrió a un convenio con Cardtronics. Esta empresa es una multinacional que cotiza en el Nasdaq y opera la mayor red de cajeros automáticos del mundo. Cuenta con una red de 200.000 cajeros automáticos repartidos por Europa, Estados Unidos y Canadá. En España, entró con un acuerdo para desplegar la red de cajeros Cashzone, que entre otros da servicios a ING. Cashzone suma 500 cajeros., según recoge Carlos Lamelas en elconfidencial.com.

La principal condición que puso Villaluenga del Rosario es que el cajero estuviera operativo a finales de julio, listo para la feria del queso y las fiestas patronales, que se celebrarán durante el primer fin de semana de septiembre en honor a la Santísima Virgen del Rosario, patrona de la localidad.

OTROS ACUERDOS EN ZONAS DE ESPAÑA PARA TENER UN CAJERO Y NO SOLO UN AUTOBÚS ITINERANTE

Tal y como explica José Manuel Tarazona, director financiero de Cardtronics, el convenio entre la multinacional estadounidense y el municipio gaditano establece que si el cajero automático no llega a un determinado volumen de negocio, el municipio pagará la diferencia para que la instalación y mantenimiento del mismo resulte rentable para la empresa. La iniciativa abre una vía de ingresos inesperada para los bancos: dinero público para mantener su red de cajeros aunque cierren las oficinas. En este caso, fondos municipales.

En el resto de España ya se están produciendo concursos públicos para paliar el problema. Así, la Diputación de Extremadura llevó a cabo un concurso para instalar cajeros en 29 pueblos de Badajoz con menos de 20.000 habitantes. Ganó el concurso la Caja Rural de Extremadura. En este caso, el dinero público sale de la diputación.

La iniciativa ya ha sido copiada por otras corporaciones. Así, la Comunidad Valenciana ha sacado un concurso por valor de 7,4 millones de euros para instalar cajeros en 120 municipios y pedanías. La solución del autobús itinerante de Bankia en zonas como Castellón, Granada, Ávila o La Rioja, por poner algunos ejemplos, no acaba de convencer a los ediles. Ahora, todo el mundo quiere un cajero. Y eso es una oportunidad de negocio. Cardtronics, por ejemplo, se ha presentado al concurso de la Comunidad Valenciana.