Son días en los que los consumidores se encuentran realizando las compras de Reyes de cara al próximo 6 de enero, todas ellas suponen un importante coste para la economía doméstica, de modo que en algunas ocasiones se decide ahorrar con la compra de juguetes para los más pequeños de la casa en determinados establecimientos. Ante esta decisión, desde la Unión de Consumidores de Extremadura (UCE), han realizado un llamamiento a la responsabilidad de los padres para que repasen las cartas de sus hijos y “comprueben que lo que en ellas han escrito no puede convertir sus sueños en pesadillas”. Así lo señala el colectivo en nota de prensa, añadiendo que si hay algún artículo en el que no recomiendan ahorrar es en juguetes. De este modo, sostienen que es muy frecuente que, ante la avalancha de gastos que se aproximan, recurramos a bazares o a tiendas de comercio autodescuento para hacer realidad los sueños de nuestros hijos, pensando que podemos ahorrar. Así, aunque estos juguetes son más económicos, las garantías de que cumplen las normas de seguridad “desaparecen casi por completo”.

 

Desde la UCE añaden que también hay que tener cuidado con las falsificaciones, cada día más presentes. Del mismo modo, hay que ser prudentes al comprar por Internet, ya que se corre el riesgo de adquirir productos que no gocen de la certificación y controles europeos. De hecho, uno de los artículos más peligros para niños son las denominadas “perlas de agua”, bolitas milimétricas de colores fácilmente ingeribles por estos y que al contacto con el agua, se hinchan, pudiendo aumentar 900 veces su tamaño. Esto pondría en riesgo la vida de los más pequeños, de modo que este artículo se puede comprar por Internet como juguetes para niños por un precio inferior a dos euros, sin que en ningún caso vengan especificadas en la información de la página las advertencias sobre el uso no recomendado para menores de cierta edad. Por su parte, los distribuidores de juguetes en España señalan que este 2018 los artículos más demandados para Reyes son los coleccionables, los productos con efecto sorpresa o WOW (similares por poner un ejemplo a los huevos con regalito) y los artículos ‘just for fun’( aprender jugando), dirigidos a la diversión en movimiento y al aire libre. Por todas estas cuestiones, los juguetes deben atender a las necesidades y preferencias del niño y no a los gustos del adulto. Además, recomiendan que no deben hacer distinciones según sexo y no deben fomentar pautas de comportamientos negativas, como son la agresividad, la violencia o el consumismo. Especialmente importante es que lleve el marcado C.E. y que deba haber sido sometido al control de algún laboratorio de seguridad y calidad, lo que garantiza que se cumplen los requisitos sobre seguridad en los juguetes establecidos en la legislación española y europea.