La vendimia ya ha dado comienzo en Tierra de Barros con las variedades destinadas a la elaboración de cava, del mismo modo que ocurre de forma progresiva con las tintas en función de la graduación. Las previsiones de esta campaña vienen marcadas por la alta calidad de la producción, aunque la cantidad se verá reducida entre un 30 y un 40 por ciento, según ha manifestado la secretaria del vino de UPA-UCE Extremadura, Catalina García. En declaraciones realizadas a la radio municipal de Almendralejo ha indicado que la situación de la uva destinada a cava es “catastrófica”, ya que “la cosecha es bastante menor a otros años”, a lo que se suma la problemática de los precios, “que suponen prácticamente la mitad”, respecto a 2018. Es por ello que auguran que no se cubrirán los costes de producción, por lo que se encuentran “muy preocupados con la situación”. En cuanto a las reivindicaciones de la organización agraria para esta campaña de vendimia, sostienen que “se debería tener claro cuáles son las existencias reales en bodegas”, así como mantener reuniones con todo el sector y la Administración “para no trabajar por debajo de los costes”, de modo que han reivindicado que “ya se debería tener tablillas de precios”.
García ha insistido en que la contratación de seguros agrarios es una de las medidas necesarias para “salvar la situación”, aunque “no siempre se cubre”, teniendo en cuenta la sequía padecida. Así las cosas, la campaña se prevé corta a priori, a expensas de la mano de obra, ya que han denunciado que están teniendo dificultades. Lo argumentan en que los trabajadores autóctonos dedicados al campo se están dedicando al sector de las placas solares tras una mejoría después de la crisis económica, de modo que desconocen si se cubrirá la demanda con la mano de obra extranjera. No obstante, señalan que la situación “quizás sea más preocupante con la recogida de aceituna”.