La barriada de San José contará en breve con una unidad de trabajo encargada de realizar diferentes acciones dirigidas a la comunidad inmigrante. Estas tareas ya han dado comienzo, si bien, se están adaptando las instalaciones de la Policía Local, lugar al que se trasladarán los trabajadores encargados de esta iniciativa. Uno de ellos será el técnico de Servicios Sociales que se incorporó a la plantilla a finales del pasado año, de modo que habrá un horario establecido para poder atender a los vecinos que lo requieran. No obstante, la unidad de trabajo también estará formada por un mediador intercultural y técnicos del programa de familia. Según ha indicado la delegada de Atención Social, Arancha Jiménez, buscan ser mediadores “entre los vecinos y la población inmigrante”. Así las cosas, no solamente se atenderán las posibles quejas, sino que habrá revisiones en los domicilios, se informará de las normas de convivencia ciudadana, así como de otras cuestiones relativas a la labor de conservación de sus viviendas y de las zonas comunes. Para todo ello, se han mantenido reuniones con la asociación de vecinos de la barriada, habiendo comenzado ya estas labores, a espera de trasladar el personal a las dependencias policiales. Por otra parte, se van a colocar dos centenares de pegatinas en lengua rumana como parte de una campaña de concienciación sobre el buen uso de los contenedores, la importancia del reciclaje y la prohibición de dejar enseres en la vía pública. Este material, que irá acompañado de dípticos que se entregarán en los domicilios particulares, también llegará a otras zonas de la capital comarcal.

 

A todas estas cuestiones se sumar la labor que desarrolla la ONG ‘Médicos del mundo’ hace un año, de modo que se encargan de tareas de mediación intercultural en la barriada, así como de atención socio-sanitaria. En este último asunto, el objetivo es dar a conocer los recursos a la población inmigrantes para contribuir a su buen uso. Según ha indicado Jiménez, se trata de utilizar de forma adecuada las urgencias, de modo que se les enseña a solicitar cita o se les informa sobre las distintas consultas. Para ello se visita a las familias, del mismo modo que se organizan talleres por parte de la fundación Ruy López, a la vez que cuentan con la colaboración de Cáritas y la cesión de las instalaciones por parte de la asociación de vecinos, según ha explicado la concejala. Las técnicos, que visitan a la población inmigrante dos veces por semana, también formarán parte de una mesa de coordinación que se está conformando en la actualidad con otros implicados para tratar estas cuestiones.

 

Cabe destacar que a todo ello se sumará el programa ‘Crisol’, una iniciativa que beneficiará a un total de 140 personas enfocada a colectivos en riesgo de exclusión social. Así, el Ayuntamiento de Almendralejo recibió la cantidad de 232.000 euros para la contratación de un trabajador social y dos educadores que son los encargados del proyecto. Se busca favorecer la formación laboral y promover la adquisición de habilidades sociales para mejorar la empleabilidad, de modo que también se actuará en la barriada de San José con el traslado allí de los técnicos.

rcb

foto cedida